La asociación francesa Noémi ha realizado un experimento que podemos ver en el siguiente vídeo, han querido demostrar que los discapacitados son personas igual que otras y que los prejuicios residen en quien las mira y no en ellas mismas.
El mundo podría ser un lugar perfecto pero está lejos de que lo sea. Sin embargo, entre todos nosotros, podemos convertirlo en un lugar mejor. No todos los que vivimos en él somos iguales y eso es algo bueno… hasta que alguien, porque sí, les cuelga la etiqueta de diferentes.
La finalidad de la asociación Noémi es mostrar que la vida de cualquier persona que sufre una discapacidad es igual de digna que una persona en perfectas condiciones y que, por encima de todo, se las tiene que respetar.
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