Youtube nació hace menos de una década con un único propósito: Servir como contenedor de videos para que la gente pudiera subir y compartir esos momentos que no quería que fueran olvidados. Pero hoy en día esta plataforma es sobre todo utilizada para fomentar modas peligrosas por todo el mundo. El Balconing o el Knockout son sólo los últimos ejemplos.
Hay veces que uno se olvida de que la tecnología está hecha para facilitar la vida de las personas. Últimamente nos estamos encontrando con prácticas peligrosas y absurdas que hasta hace no mucho habrían sido olvidadas antes incluso de haberse puesto de moda pero que ahora, gracias a esa tecnología, se propagan como auténticas plagas. A lo que se añade que ponen en riesgo la seguridad no solo de quien lo practica, sino también de los desdichados que tienen la mala suerte de estar cerca de quien lo hace.
Ante estas modas que surgen cada dos por tres, y más en los meses de verano, siempre surge esa eterna duda de si esto ocurre ahora porque los jóvenes de hoy en día están más locos que antes; o porque simplemente se le da mayor publicidad gracias a la facilidad de acceder a la información desde cualquier lugar del mundo y de manera instantánea.
En realidad, se puede decir que es una suma de ambos factores: A las ideas locas y absurdas que una persona puede tener en un momento dado, y que siempre existirán pues forma parte del ser humano (y de su aparente falta de instinto de supervivencia), se le suma ahora el deseo por compartir lo que uno hace con el resto del mundo, en ese afán por sentirse especial en un momento en que, por muy conectados que estemos a millones de personas, nos sentimos cada vez más solos.
El mal uso de las herramientas tecnológicas
Tal vez esa es la clave del problema, más que el peligro que entraña youtube, y que son muchos los que están poniendo en tela de juicio ahora. Esta plataforma no deja de ser una herramienta, que seguirá siendo inofensiva mientras que sus usuarios también lo sean. Y teniendo en cuenta los miles de millones de videos que se suben al año, de un modo totalmente altruista; es necesario recordar que los locos por esas modas son una pequeña minoría, si bien la que más escándalo ofrecen.
Y no es para menos. Desde tirarse por un balcón a la piscina que hay a metros de distancia; intentar comerse una cucharada de canela en polvo; o incluso pegar a un compañero de clase sólo para que el resto del mundo lo vea… Está claro que en esos casos (y los que están por venir) no es la herramienta tecnológica la que falla, sino el loco que decide usarla.
Imagen cortesía de Listas beta (20minutos.es), todos los derechos reservados
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